Negra sentencia...

¿Qué pasa por la cabeza de un terrorista kamikaze micras de segundo antes de irse a la chingada, fragmentado en mil pedazos, arrastrando con él a decenas, cientos o miles de weyes inocentes, según sea el caso? ¿Qué circunstancias llevan a jóvenes de 18, 19 años, a ejecutar actos de esta naturaleza? ¿Hay algo, por duro que sea, que pueda justificar una acción tan estúpida como poner una bomba en un tren de Londres y luego salir caminando cobardemente de la estación como si nada?


Nah, un terrorista no es un patriota ni un héroe: es simple y llanamente una mierda. Como los soldados que violan y asesinan mujeres y niños igual que los presidentes que les ordenan que lo hagan y como los corresponsales de Guerra que dicen haber "cubierto" un conflicto bélico es "maravilloso". La humanidad está condenada, tarde o temprano, a desaparecer de la faz de la tierra y al parecer seremos nuestros propios verdugos.


Aparentemente no hay nada que pueda revertir esta negra sentencia. Pero imaginemos, tal vez inocentemente, que podemos cambiar el rumbo de las cosas: que nosotros somos la generación que acabará con las guerras, con la contaminación, con el racismo, con la intolerancia, con la explotación del hombre por el hombre.


Por un instante no suena tan mal, ¿verdad? Aunque después salgamos a la calle a apalear al primer wey que nos mire feo, Je.

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