Erzsebet Báthory .


La condesa sangrienta.

Diversos instrumentos de tortura con evidentes muestras de usco, un taladrante olor a carne putrefacta, menudencias humanas regadas por todo el sitio, litros y más litros de sangte y una libreta con las víctimas de la apodada condesa sangrienta fué lo que el Rey Matías, los miembros del tribunal superior y la guardia real encontraron al visitar el siniestro castillo de Csejthe.


Su belleza, según atestiguan documentos de la época, era excepcional, pero su crueldad era suprema; desde muy jóven su perversidad se manifestó de manera singular ( cuando descubrió que sus constantes dolores de cabeza desaparecían al morder algo, obligo a todas sus sirvientas a donar sus brazos para sus dientes), pero justo después de casarse en 1575 con el conde Ferencz Nádasdy, Maximiliano II, emperador de Alemania y trasladarse a uno de sus 17 castillos en los Cápartos, su locura explotó
por completo.

Una serie de pasatiempos (que a su esposo le parecían inocentes travesuras) le absorbían el tiempo, tales consistian en picar con agujas a sus doncellas y mirar como se desangraban o desnudarlas tras un baño de miel recostarlas cobre un hormiguero, actos terribles sin duda, pero que muy lejos quedarían a lo que vendrñia tras la muerte de su marido en 1604.
Dándole rienda suelta a sus instintos sádicos, Báthory y junto con 3 supuestas brujas que le servían fielmente y en su confidente bufón, el enano Ficzk, se dedicó a reclutar y secuestrar jovencitas, el fin era experimentar variadas formas de darle muerte.


Al menos una docena de asesinatos semanales era la cuota, las formas de lo más variadas: algunas eran colgadas de ganchos y cortadas en canal para crear una sangrienta duca rejuvenecedora (Báthory acostumbrada bañarse en sangre caliente al menos cada tercer día para evitar las arrugas), otras eran azotadas hasta morir o quemadas en pechos y genitales con hierros calientes, unas más eran literalmente trasnformadas en paletas en el crudo invierno (las dejaban a congelar en una tina con agua) y no pocas eran encerradas en la famosa "Doncella de Hierro" (una estatua hueca llena de cuchillos afiliados que servía de ataúd sangrente).


El castigo que tuvieron por sus bestiales ejercicios fueron decapitación en vida (para las brujas) y encierro en una jaula incomunicada (para Erzsebet Báthory que murió el 21 de Agosto de 1614 después de 3 años sin ver a nadie)...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Manual de Autoayuda.

Hoy quiero ser gris.

Cayetano Santos Godino.